jueves, 11 de octubre de 2012

Sigo aquí

Llevaba tiempo sin escribir debido a diversas circunstancias personales, pero aquí estoy. Y que no haya publicado nada no quiere decir que mi huertuca esté desatendida, ni mucho menos.

Después de una etapa de desánimo al ver como se venían abajo mis cultivos debido a que todas las plagas del mundo parecían haber quedado en mi huerta, la cosa se ha ido recuperando. Tomates prácticamente no hemos comido, ha sido un fiasco, pero aprenderé de los errores para que la temporada que viene no se repitan.

El problema con las tomateras ha sido tanto la falta de prevención, un mal mantenimiento y un abonado de base deficiente. Además creo que las variedades de tomates que elegí no eran las adecuadas para el clima de Tegueste. Como novata que soy, me fui a la tienda y compré semillas de cuatro variedades distintas de semillas: Principe Burgués, Marglobe, Marmande y Redondo Tipo Ace, así, a lo loco. Los cuidé desde cachorro, quiero decir, desde semilla, mimé a los plantoncitos hasta el momento de que se independizaran en su apartamento dentro de mi huerta... y ahí comenzaron los problemas. Los tipo Ace parecían desarrollarse muy bien, las plantas se tornaban vigorosas, hasta que de repente, las hojas empezaron a decaer, a ponerse amarillas y en pocos días. plof, tomateras al carajo.Ya publíqué una entrada donde desesperada veía el comienzo de la catástrofe.Parecía ser un ataque de mildiu que no conseguimos superar ni con polvos de cobre.

Los Principe Burgués, que son unos tomates chiquititos, en rama, son los que más han producido, sin llegar a tirar cohetes. Y del resto habré comido dos o tres tomates. Al ver que no daban para más, que las pobres estaban totalmente defoliadas y tristes, decidí arrancarlas la semana pasada, y hacer borron y cuenta nueva.

En el lugar donde han vivido estos meses las tomateras, ahora habitan unas deliciosa judías verdes del tipo manteca. Con estas también tuve un problema, y es que la época en la que las planté resultó no ser la idónea. No necesitan tanto calor, y claro, este verano ha sido de los más calurosos en la zona, con lo que se vieron atacadas fuertemente por pulgón y sobre todo, la dichosa mosquita blanca, que no pudimos combatir. Las plantas se iban en dos días, secándose las hojas a una velocidad de vértigo, y quedandose la planta triste, triste, con sus vainas a medio hacer. Las planté tres veces, y las tres ocurrió lo mismo, por lo que tiré la toalla. Pero mi abuelo, que me  había dado las semillas, me dijo que hiciera un último esfuerzo, y a mediados de agosto las volví a sembrar, donde los tomates como he dicho antes, y, voila!! Éxito esta vez. De hecho me arrepiento de no haber plantado más. Cosecho casi 600gr cada tres o cuatro días, que para nosotros tres está estupendo. Y están sencillamente delicioooooooooooosas.
 
 
570gr  :)))


En cuanto a la calabacera, se convirtió en una planta invasora productora de hojas y de flores macho sin aparecer hembra que se quisiera inseminar... He tenido paciencia con ella hasta hace u na semana, pero ya conseguí entrar en la aceptación de que este año no iba a comer calabazas de la huerta, y que ya era tarde para que cuajara algún fruto, y decidí por arrancarla y dejar paso a un cultivo que me produzca algo. Una pena, porque la planta estaba estupenda, pero yo la huerta la tengo "pá comé, y no pá decorá".  En su lugar he comenzado a trasladar las lechugas y cultivos de hoja como acelgas y espinacas, que las emparejaré con cebollas y ajos en cuanto tenga plantones.

Panorámica de la huerta: a la derecha de la foto se puede ver la calabacera invasora. Ya no está ahí..jeje
Las freseras también están estupendas. No han dado mucho, y lo que dan se lo come mi hija directamente en la huerta. Nunca llegan a la cocina. Las fresas son bastante gordas, y no muy dulces, más bien ácidas. No sé si será la variedad o que le falta algo. Sol ha tenido por doquier, así que como no sea falta de abono...  Han echado un montón de estolones. Algunos los tengo echando raíces en pequeñas macetitas, para más adelante plantarlas en el lugar que convenga, en lugar de que se me enmarañen todas en la misma zona, aunque creo que las puedo dejar ahí un par de años.

Coles lombardas y brócolis al fondo.
Las zanahorias han sido un fracaso, de hecho creo que no las voy a plantar más, ya que con el poco espacio que tengo, no me merece la pena teniendolas a buen precio en el Mercadillo del Agricultor de Tegueste. Prefiero cultivar otras cosas.

Los puerros en cambio se dieron muy bien,  las coles lombardas que planté en agosto igual. Ya hemos recogido una de la que dimos buena cuenta. Las lechuguitas las hemos tenido que recoger bastante pequeñas, ya que por el calor espigaban en seguida. Las que más han aguantado fueron las batavia las Lomo Rosso. Las romanas y otras variedades espigaron enseguida, las dejaré  para cuando esté bien entrado el otoño (o lo que aqui en Canarias podemos llamar así ;)  ).










Y nada más. Ya esta bien el ladrillo que he escrito (y lo que me dejo en el tintero...). Espero no tardar tanto en volver a escribir.

Solo para terminar anunciar que, además de cultivar verduritas, estoy cultivando algo mucho más importante y que me requerirá más energía y atención que las lechugas. Y es que en marzo ampliamos la familia con otra pequeña "comefresas".

Un abrazo y que pasen un bonito día.


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